Siempre me han gustado los dulces que llevan almendras, es inevitable, me pasa como con la canela. Y como ayer tenía el día masoquista ( yo no puedo comer estas cosas) hice una Tarta de Santiago para mi marido y para quien llegue antes de que se termine. Hay cosas en las que es bonito y curioso innovar y otras que pierden su encanto al variarlas, y para mí no hay nada como la Tarta de Santiago tradicional y esa es la receta que les traigo.
Ingredientes:
La ralladura de medio limón
2oo g de almendras crudas molidas
4 huevos frescos
200 g de azúcar
1/2 cc de canela
Azúcar glas para espolvorear
Preparación:
Precalentamos el horno a unos 175º.
Mezclamos los huevos batidos con el azúcar hasta que esta esté bien integrada, añadimos la canela y la ralladura del limón, removemos y añadimos las almendras molidas. Seguimos removiendo hasta obtener una masa homogénea.
Engrasamos con margarina un molde para tartas, yo he utilizado uno rizado desmontable, vertemos la mezcla en el y llevamos al horno entre 40/45 minutos.
Un vez horneado dejamos enfriar fuera del horno. Cuando este frío desmoldamos y espolvoreamos con azúcar glas. La plantilla para la cruz la podemos encontrar en internet, sólo hay que imprimir y recortar.
Como ven es muy fácil de hacer y está buenísima, al menos eso dicen mi marido y mi padre, que son los golosos de la casa.
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