El té es una bebida muy consumida en el Magreb, es muy común tomar té una vez concluida la comida o en la merienda, con dulces y otras delicias. He de decir que es el mejor té que he tomado, y pocas veces pido otra cosa cuando vamos a tomar algo en alguna cafetería de Tetouan. Pero su sabor no radica simplemente en la calidad de té en sí, sino es su preparación, que es casi como un ritual. En serio, nunca probarán té igual.
En primer lugar aclarar que el té se elabora en una tetera y se sirve en otra, la tetera en la que se sirve suele ser más vistosa, pues es la que verán los invitados.
Hervimos agua en la tetera destinada a ello, mientras tanto preparamos la tetera en la cual vamos a servir el té.
Primero añadimos el té verde, al que añadiremos un poco de agua caliente para quitarle un poco el sabor amargo. Removemos este agua y la desechamos.
A continuación ponemos azúcar, en Marruecos utilizan una buena cantidad, entre 4 o 5 cucharadas, pero eso va en gustos y también en lo que nos podamos permitir.
Vertemos el agua hirviendo y ponemos unos 3 minutos más al fuego. Finalmente el toque especial, añadimos unas hojas de hierbabuena bien lavada y dejamos reposar 5 minutos.
A la hora de servir debemos crear espuma en el té, por ello la forma correcta sería levantar la tetera lo máximo posible, lo que nos permita nuestro pulso.
No es fácil lograr un té de igual sabor que el original marroquí, pero queda bastante parecido. Por otro lado para presumir de merienda árabe existen juegos de té preciosos, por ejemplo:
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